domingo, 10 de noviembre de 2013

Círculo polar

Lo circular de aquella ventana lo había atrapado para siempre.
Se había quedado con pocas imágenes de aquella época.
Pero la ventana redonda estaba en la puerta metálica de su memoria prendida con imanes en las cuatro puntas.
Y así andaba por allí buscándola mientras buscaba.
El día que se encontraron en la calle de casualidad el andaba como siempre con la ventana a cuestas y la guitarra en la otra mano.
El día que se perdieron de algo paso desapercibido para los dos.
Quizás porque el estaba mirando fascinado por la ventana redonda que por fin habían encontrado en el remate de la esquina.
Quizás porque ella no había podido darse cuenta que el quería la ventana porque mágicamente la convertía a ella, en dos.
Èl fascinado en el reflejo de su ventana circular muy parecida a aquella de la pensión de mala muerte, aquella de los primeros encuentros.
Ella convencida que no  era la ventana lo que extrañaba… 

miércoles, 2 de octubre de 2013

Para que salga habrá que hacerlo
Para hacerlo habrá que salir.
Salimos tantas veces desde siempre.
Y siempre sale algo que no quisimos hacer.
Hacer para salir del paso.
Es como salir a pie.
Hacer por hacer.
Es dos veces.
Salir es volver otra vez.
Para que salga habrá que hacerlo

Para salir habrá que volver

sábado, 21 de septiembre de 2013

El Tano lll

Después de los baúles con ropa de otros tiempos y del proceso que lo llevo a ser quien es.
El Tano, siguió con sus historias. el convencido de que la ropa que vestía lo hacia ser el mismo.
Yo convencido de que la fe y el consumo son casi lo mismo.
El tano se desgranaba cuando contaba historias porque solo contaba aquello que de alguna manera era importante para su vida.
Aquella tarde me contó como le costaba dejar el mundo común.
Para pasar al mundo de aquel ser supremo que predicaba.
Así me contó que la relación con aquella mujer a la que había seguido en la plaza
Por haberle llamado la atención su ropa, no estaba del todo bien.
Me contó que solo podían  hacer aquellas tareas que implicaban         agradar al supremo.
También me contó muy compungido, como en su casa se hacia todo lo que el supremo y sus leyes dictaban desde el librito azul.
Y la extraña tarde aquella en que descubrió la alegría de saber que todo aquello era una ofrenda.
Entonces me acorde de aquella mesa servida con vinos y comidas y aquella noche imparable de la que venia mal dormido.
Y entendí que una ofrenda puede ser una bendición o el mismo infierno


El Tano ll

El Tano, después de aquella charla donde me contó su fe.
Me siguió contando algunas otras cosas de la vida en aquellos días que nos encontrábamos en la plaza siendo  ya el predicador y siendo yo uno mas de aquellos
Seres que andaban sin ideología y lo peor de todo cada vez más convencido que ese era el camino.
En fin, cuestiones que no vienen al caso.
El tema es que el Tano  me contaba historias desprendidas de su propia historia.
De cuando se encontró con un mundo nuevo en la iglesia a la que llego por el olor a naftalina y la ropa salida de otro tiempo.
Fue entonces que me contó de aquellos enormes baúles  con ropa donde la gente se vestía buscando su propio estilo y también me contó como ese era uno de los primeros
Pasos para convertirse y pode predicar aquella religión.
Pensé muchas cosas  mientras el tano me contaba, pero seguí escuchando.
Aquellas ropas serian las que identificarían al predicador después de eso te dan el librito azul y te largan con tu fe por allí para que se la cuentes a otros.
Entonces me acorde de los días de liquidación en las grandes tiendas, y del ultimo best Seller que salio y que tenès que leer si quieres tener tema en algunos lugares
Y entonces gracias al Tano me quedé pensando que la fe se parece mucho al consumismo



Gestalt de un viaje en bondi

Se le figura el fondo y piensa que no, que solo le esta pareciendo lo que ve.
Por momentos eso que es fondo cuando se vuelve figura le hace sentir que es así
Y después se da cuenta que no, que fue solo un parecer,
Figura y fondo.
Entonces si pasa para el  fondo del bondi dejándose de pavadas y se mete la figura en el bolsillo de atrás del pantalón.
La vio desde el principio cuando el fondo le pareció figura y todo eso.
La miro, rápido para  que no se diera cuenta y le dieron ganas de quedarse en el medio
Pero como solo tenía una figura y el fondo siguió empujando el pasillo hasta que este lo parió dejándolo alado de ella.
Que figura murmuró   oliendo su perfume mientras ella se baja por la puerta del fondo.

Y pensó entonces que increíble que la vida se pareciera tanto a una teoría de la psicología, Fondo y figura, figura y fondo……  

domingo, 8 de septiembre de 2013

EL TANO 

A  algunos por momentos le resultaba un Tano pesado, pero el no se daba mucho cuenta
De que aburría.
Se seguía preguntado algunas cosas hasta el cansancio. Cuando se dio cuenta que aburría
Se comenzó a preguntar sin decir palabra.
Aquella tarde de sol  y de algunas innovaciones en el barrio  como las plantas nuevas en  la plaza y la fuente con agua después de una sequía de la que ya todos avían perdido la cuenta. Aquella tarde sentado en un banco con el sol de costado y luz perfecta se distrajo un segundo del agua que escupía aquella estatua para mirar por un momento.
 Tres o cuatro mujeres cruzaban por el camino del medio.
Casi de inmediato vomitó desde la cabeza hasta sus labios sin dejarla salir aquella pregunta que de inmediato tubo su respuesta.
Mujeres predicadoras, mujeres predicando a quien sabe que Dios pero predicadoras.
Acto seguido se fijo en aquello que le daba la verdad  inexpugnable.
Y de inmediato descubrió aquello, sus ropas, sí sus ropas eso era lo distinto.
Son predicadoras por sus ropas, con olor a naftalina y de otro tiempo.
Quiso con toda el alma recibir una prédica, porque después de notar aquel detalle.
Descubrió en aquellos personajes la convicción mas profunda.
Quiso pero no pudo recibir prédica, porque aquellas mujeres se alejaban dejando el olor a naftalina.
Se acomodo en el banco nuevamente para seguir preguntándose.
Seguro ya que no solo quería creer, sino que quería  aquellas ropas desteñidas y el olor a naftalina, el maletín y aquel libro de tapas azules.
Así fue que me contó El tano como llego a ser predicador
  





jueves, 4 de julio de 2013

Esquina

Cuanto tiempo hace falta.
De estar siendo
Para que cuando
Ya no sea, guste a nada.
Cuantos días de nada
Me pregunto para traerme
Una vez mas esa ventana.
Si para andar aferrándome
A aquel tiempo, es necesario
Volver a aquella esquina.
Me lo repito para que quede claro 
Te lo repito para no quedármelo.
No te vistas otra vez.
Ya no te miro.
Soy la esquina con viento de aquel.
Día.
Porque siendo la esquina doblo siempre.
Antes de la idea de la nada.
Aunque sepa desde siempre
ya no hay nada