viernes, 26 de noviembre de 2010

Versión masculina de “La Farolera”

La mortadela hace tres días que esta en la heladera, o quizás mas.

Esto podría no ser un dato relevante, pero en este caso lo es. .

Porque esa mortadela añejándose en la heladera nos habla de una casa que no cumple su función hace tiempo.

Los cambios de luces los dan los rayos solares que logran violar la intimidad domestica vacía.

Todo esto desde que “El Ulra” ya no pasa ni siquiera por la atracción de unas fetas de mortadela esperándolo.

Se había colgado en unos cuantos viajes pero siempre con retorno, esta vez estaba demorado.

Y todo por el farol de la plaza, el único que aun vivía, iluminando, desde aquellos tiempos en los que el farol tenía amigos y “El Ulra” también.

Siempre supo que aquel momento llegaría, descociendo el pánico.

El farol corría riesgos de ser retirado, se lo batió algún vecino al pedo enterado de los movimientos barriales que a nadie importan

Entonces fue la decisión de montar guardia definitiva

Huérfano, hace tiempo de padre, madre, tutor y sobre todo de compañía femenina. Desde que “La Fany” cambió de puesto de trabajo dejando el farol vacío y al “Ulra mal parado para siempre las idas y venidas fueron muchas. Pero ahora lo que le interesaba era proteger lo único que le quedaba, el farol y aquella luz antigua, la misma que a “La Fany” le dejaba la cara luminosa y las tetas más grandes de la tierra,

Desde entonces aquella guardia eterna y el orgullo de ser el inspirador de la versión masculina de “La Farolera