viernes, 17 de julio de 2009

Suscripción suburbana

Me suscribo, en caminata diaria.

A las cosas, que sirven a la nada.

Ausencia de los todos contundentes.

A la música de fondo y no de frente.

Me suscribo a los paseos de perros.

Ancianos, esquiando con correas.

Al olor a aceite rancio de cocina.

Soplido de escoba otoñal.

Soplido chusma.

Me suscribo a la nada maravilla.

De verde subdesarrollado.

Y al arroyo oliente, monumento.

A la cloaca ausente.

Camino, me suscribo a esta nada.

Al basilar caliente de caderas

De chismosas delatando al día de feria.

Suscripción al cono suburbano.

Al arte eterno de vivir de a ratos.

A la nada con olor todo.

A la barbarie perfumada de la vida.

Al eterno cinturón de la bragueta

Céntrica.

jueves, 16 de julio de 2009



Pared

La pared tiene lágrimas de agua.

Y tiene orines viejos que no huelen

Ya a nada.

Y aun que sus cimientos tengan caries.

Reproduce sus dientes cada tanto.

Y vuelve al lado verde de la vida

La pared se hace muro cada tanto.

Cuando de tanto en tanto alguien la trepa.

Y sus lágrimas quedan como manchas.

Pendientes, sin borrarse, quedan.

Pero muy de tanto en tanto encuentra risa

Cuando es madre para una sombra nueva.

Vuelve a mostrar sus dientes, y solo espera.

Para matar otra vez más el tedio.

Una mañana de sol y alguien pasando.

Para matar la blancura de los tiempos

En que solo es pared, sin ningún gesto.