viernes, 26 de noviembre de 2010

Versión masculina de “La Farolera”

La mortadela hace tres días que esta en la heladera, o quizás mas.

Esto podría no ser un dato relevante, pero en este caso lo es. .

Porque esa mortadela añejándose en la heladera nos habla de una casa que no cumple su función hace tiempo.

Los cambios de luces los dan los rayos solares que logran violar la intimidad domestica vacía.

Todo esto desde que “El Ulra” ya no pasa ni siquiera por la atracción de unas fetas de mortadela esperándolo.

Se había colgado en unos cuantos viajes pero siempre con retorno, esta vez estaba demorado.

Y todo por el farol de la plaza, el único que aun vivía, iluminando, desde aquellos tiempos en los que el farol tenía amigos y “El Ulra” también.

Siempre supo que aquel momento llegaría, descociendo el pánico.

El farol corría riesgos de ser retirado, se lo batió algún vecino al pedo enterado de los movimientos barriales que a nadie importan

Entonces fue la decisión de montar guardia definitiva

Huérfano, hace tiempo de padre, madre, tutor y sobre todo de compañía femenina. Desde que “La Fany” cambió de puesto de trabajo dejando el farol vacío y al “Ulra mal parado para siempre las idas y venidas fueron muchas. Pero ahora lo que le interesaba era proteger lo único que le quedaba, el farol y aquella luz antigua, la misma que a “La Fany” le dejaba la cara luminosa y las tetas más grandes de la tierra,

Desde entonces aquella guardia eterna y el orgullo de ser el inspirador de la versión masculina de “La Farolera

viernes, 12 de noviembre de 2010

Esto

Esto de andar desparramando, trastos, trazos.

Esto a veces, se puede y otras,

se que queda sin poder seguir siendo.

Porque me niego a que sea un esto vulgar

De los que me decís que encontras

En la feria en cualquier puesto.

A la vuelta de cualquier fulano.

Esto a de ser siempre esto.

Cuando cambie de nombre

Cuando sea aquello.

Para mi tendrá de apodo nada.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Juego

Una cantidad de jugadores de ludo.

En una mesa tablero.

Ya no juegan, recuerdan lo jugado.

Creen que el dado ya no podrá girar.

Hace tiempo que lo estudian

Mientras tanto no juegan.

Mientras tanto los números dadálicos

Se quedan en las caras quietos.

Y no giran, y no se vuelven instrumentos

azarosos, para el movimiento.

Porque los jugadores no son tales.

Los dados son cajitas cúbicas pecosas.

Y el jugador del sombrero, lo seguirá mirando.

Y la sombra del árbol de la plaza seguirá estando.

Sobre la mesa en la que miran el dado.

Eso es lo que tiene un buen cuadro, pienso

Mientras miro aquel ludo eterno y en el sofá pienso.

Que en un rato frente aquel no juego estaremos de nuevo.

Jugando mientras ellos para siempre

Pierden el tiempo por nosotros

Que inventamos juegos todo el tiempo

domingo, 24 de octubre de 2010

Dedicatoria

El ejercicio siempre re aparece, y cuando quiero acordar otra vez estoy en èl
Una y otra vez me pregunto ¿será que aquella mujer sabe que esta canción le fue dedicada?
De esta manera comienza aquel artilugio, que algunas veces dura minutos y otras
Mucho mas porque pierdo la noción del tiempo.
Y de esta manera mientras la canción rueda, veo la cara de aquella enterándose
Que es para ella, y a el hinchado de orgullo.
Y a ella regalándole quien sabe que palabra, y a el sabiéndola profundamente enamorada.
Y se que quizás pueda pasar alguna cosa similar, y entonces me la adueño y la dedico cada vez que la escucho aunque nunca lo sepa.

martes, 31 de agosto de 2010

ESPERANDO

La columna anda paseando
En un periódico.
Y yo no ando por sus letras.

Disfrutando, da vueltas la canción
Pero no me trepo al carrusel.
Solo pinto, con alguna vuelta el fondo.

El periódico, el disco.

Pide perpetuidad la flor en el florero.
Pero yo y ella sabemos que no ha de
Ser así, que estará muerta.

Las llaves cuelgan tiesas.
Porque no tendrán que abrir
Por primera vez fui precavido

El periódico, la flor, las llaves.
La música.
Un antes, queriendo ser después
Para poder ser antes, luego.

martes, 29 de junio de 2010

Panor

Panorama, tengo un libro.

De la tapa panorámica que veo

Sale aquel tipito.

Panorama, el que ama

Claro, aquel tipito.

Y no aquel libro.

Panorama.

Panor dejo de hablar

Hace algún tiempo.

Panorama, y busco.

Una vez mas la tapa, el libro entero.

Y no encuentro aquel tipito.

Panor es quien da la mirada circular.

Una vez más panorámica.

En el libro, en la calle panorama.

Panor ama.

martes, 8 de junio de 2010

Hoy llegué tarde a Juárez.

Y me apareció el arrabal después del

Blanco perfume, olor dulce.

Hoy como otras veces llegué tarde.

Y se me revuelve la tardanza en todo el cuerpo.

Juárez no esperó en ninguna parte.

Mi llegada, llegó después de nada

Igual que siempre cuando tenía que llegar.

No hay mas remedio.

Por suerte llegué, aquella vez más que temprano.

Y te vi el pañuelo desde lejos.

Y no tuve que conocer tu tango tardíamente.

Por habérseme echo tarde, como a veces.