lunes, 5 de octubre de 2009

El no tango

Tango, pretender no el de siempre.

Y el trago largo, en el algo del minuto.

Portón, sin arabescos de hierro.

Y el no rosal, de la casita.

Buscar el no perfume, del momento.

Olvidarse, del crimen pasional.

De la pasión al pedo.

Entrar en el no tango, abandonar

De a ratos la melaza.

El no tango, del basural de enfrente.

De la frente fresca y no marchita.

De la mina que es y no que fue

Del bar borracho, con almanaques obscenos.

En donde el arrabal también se huele.

Dejar al bandoneón que se lastime.

Buscar la cicatriz y no la herida

Tantear la riña, y calcular.

Cuando es momento de entrar.

Pero no tomar la huida.

Para volver al tango, y despechar.

Y portonear , por pasión.

Marchitarse la frente una vez más.

Y desgarrarse en bandoneón dolor.

Para quedarse en un tango.

Por un rato.

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