Te termino tirando, pero no le fue fácil...te termino los brazos de abrazos y el corazón del bueno.
Te oscureció las palabras más alentadoras que tuve y tendré.
Te enmudeció la mirada que fue cómplice mía. Y de tantos, una vez.
Te permito dejar rastros que encontrarán los otros.
No gano la pulseada. Porque no podrá con el aire
Ni la luz donde estas
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