Espera en la cornisa que alguien le rescate. Dirige fija la mirada a la calles siempre gris tal vez, mas gris que siempre ahora, que puede ser, final.
Con la mano que le queda seca el sudor, sin cambiar el objetivo.
No hay nadie en la ventana mirando, y no habrá nadie cuando caiga.
Y es por eso que aun no se ha dejado caer, pretende por un rato ser el espectáculo de alguien.
Levanta sus alas, lentamente despega sus patas delanteras.
Ahora lo único que queda unido a lo concreto son sus patas de atrás.
En movimiento brusco las despega, porque encontró una cadáver de manzana y va hacia el.
La podredumbre es un néctar que aleja por un rato la muerte.
Se posa en la manzana, la mosca vuelve a estar en su lugar, formando parte del lecho de muerte de una manzana. Casual rescate del suicidio.
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